Fue en febrero de 2013 cuando decidí asistir a mi primera clase de golf. A este deporte llegué por casualidad (como suelen ocurrir muchas cosas en nuestra vida, más de las que pensamos), pero como más tarde expliqué en la entrada «Mis comienzos«, no tardé en engancharme al palito. Tanto fue así que hasta creé un blog, en el cual a lo largo de los años han mostrado interés en participar diferentes profesionales. También conseguí posicionar bien algunas entradas en el buscador de Google.
Recordando ahora lo expuesto en aquel post, me planteé los siguientes «objetivos»:
- Primer año: poder salir al campo y defender un hándicap 36.
- Segundo año: bajar de 30.
- Tercer año: aproximarme a un hándicap 20.
- Próximos años: si a los 40 años tengo un hándicap de un solo dígito, me conformo.
Un mes después de la primera clase tuve un accidente con la bicicleta y me lesioné un hombro. Retomé el golf en julio de 2013, así que esta fue la fecha de partida. Pues bien, hasta el 2014 no jugué ningún torneo (en concreto dos) y a finales de 2014 tenía un hándicap de 27,5. No me voy a entretener aquí en el tiempo que dedicaba a entrenar y los pasos que seguía porque eso está resumido en los diferentes posts. A principios del 2015 conseguí un hándicap de 26 y a finales de ese mismo año estaba en 22,3. También creo recordar que durante el 2015 estuve casi dos meses sin jugar debido a una intervención quirúrgica.
Hasta este momento, los objetivos se iban cumpliendo sin problema, siempre siguiendo clases y un plan de entrenamiento medianamente estructurado. En el 2016 bajé de 22,3 a 18,1 y a principios de 2017 llegó la sorpresa: en febrero bajé de sopetón a 10,4. Todo iba viento en popa y a toda vela, a mediados de año nacía mi segundo hijo. Pero ya se avistaban algunas nubes en el horizonte que me hacían pensar en un futuro estancamiento del progreso: menor tiempo para entrenar (aunque siempre lo he hecho a horas intempestivas), una pequeña tendinitis, mayor irregularidad en los entrenamientos, etc. A finales de ese año volví a subir un poco y terminé el mes de diciembre en 11,2. En el 2018 estuve bailando entre el 11,6 como máximo y la vuelta al 10,4. La verdad que tener dos niños, no era una suma de 1+1 (je,je…), cosas que no te explican en clases de matemáticas, un hijo más otro hijo no son dos hijos, son tres hijos (el que es padre o madre y tiene más de un niño lo entenderá). Así que ya habían pasado cinco años, seguía en 10,4 y me volví un «cuarentón» (habría que dedicarle también más tiempo al fitness, jaja) , de ahí la entrada titulada «Dónde se fue mi golf el último año«. En ella explica los motivos de esta parada en el progreso.
Luego vino el 2019 y empecé a recorrer todos los decimales habidos y por haber entre el 10.0 y el 10.9. Si fuese un «trader» diría que estaba en un claro canal lateral con soporte en el 10 y resistencia en el 10.9, lo que no sabía es que iba a durar tanto. A finales de ese año empezó el Covid-19 y todas las penurias soportadas que no merece la pena recordar aquí. Yo seguí «estable» en mi «canal lateral» en lo relativo al golf, pero en lo familiar no iban las cosas bien (curiosamente cuando menos estaba jugando), tema que se resolvió con un divorcio de mutuo acuerdo. Pero si alguien sabe mucho de todo esto, es el refranero popular y «a perro flaco, todo son pulgas». Sin a penas tiempo para salir de un trauma y hacer mudanza, nos metemos en la enfermedad grave de mis padres que había de terminar con el fallecimiento de uno… Con más penas que alegrías se fue terminando el 2022 (y gracias a Dios que dirían los más religiosos).
Como los primeros rayos de luz que se cuelan entre las nubes, presagio del fin de la tormenta, llegó el Torneo de Año Nuevo 2023 en La Monacilla Golf, y con él, por fin, se rompió el canal lateral bajando a un HÁNDICAP de 9,8. Curiosamente, este mismo mes hace 10 años que yo asistí a aquella primera clase de golf. Ahora estoy en 9,6, como buen golfista siempre querré bajar de hándicap, pero siento que ya ¡¡HE CUMPLIDO MI SUEÑO!!; «golfísticamente» hablando, claro. Bueno, me queda otro para ser sincero: jugar con mis hijos cuando sea un anciano y me cueste terminar los 18 hoyos♥.
A lo largo de estos años, a parte de golf, he aprendido también mucho sobre WordPress, SEO y redes sociales. He conocido muchos jugadores y han colaborado conmigo varios profesionales. Todo tiene un sentido, un proceso, un principio y un fin… (momento místico)… Quizás no haya fin, porque cierto es que me da un poco de pena dejar abandonada esta web, la cual, por cierto, como ya comenté más arriba, tiene bien posicionada diferentes entradas (podéis probar a buscar en Chrome las siguientes palabras: «aprender golf», «psicología de golf online», «corregir slice golf», etc.). Tiene su cuenta en Instagram, Twitter e incluso canal de Youtube.
Si alguno de vosotros estáis INTERESADOS EN COMPRAR LA WEB APRENDIENDO GOLF O ABIERTOS A ALGUNA NUEVA IDEA, pues con gusto escucharé ofertas y propuestas.
Creo que 10 años de golf, bien se merecían este artículo…
¡Saludos y buen golpe!