¡Hola!
Comenzaba la primera semana de este mes con bastantes ganas porque el domingo 7 tenía un torneo. El lunes día 1 jugué nueve hoyos con un resultado de 43 golpes, no me sentía muy fino pero sí con fuerzas para salir a correr a última hora del día 5 km y hacer varios ejercicios para el core, flexiones y estiramientos. El martes día 2, practiqué 30 minutos de swing con H7, Driver y 20 minutos de putt. El miércoles 3, volví a sacar el Driver y tiré unas bolitas, siguiéndole un poco de approach y putt. Pero el viernes, empecé a notar dolor en la parte interna del talón izquierdo, con lo cual, decidí descansar hasta el torneo. Las molestias no cesaron e incluso me planteé no jugar, pero una vez que lo tenía planificado (con la pertinente autorización familiar…) decidí seguir adelante, con dudas y baja motivación. El resultado no defraudó a la situación: 96 golpes, hacía tiempo que no jugaba tan mal, jejeje. La posibilidad de que el resultado fuese malo estaba contemplada… Como subir algo de hándicap tampoco me preocupa e incluso Jon Rahm ha firmado 82 golpes este fin de semana pasado (lo cual es una buena muestra de la dificultad de este deporte), volvemos a recargar las pilas y «avanti».
En la segunda semana de mayo, entrené sólo dos días:
- Martes 9 de mayo: 70 minutos pitch y putt.
- Miércoles 10 de mayo: 60 minutos swing H7, PW, híbrido 3 y Driver.
El resto de la semana descansé de golf y running, sólo hice estiramientos.