Sentir o vivir el Swing de golf
En el artículo de la semana pasada «Escuela de golf clásica y moderna» veíamos como predominan dos modelos o escuelas, es decir, hay filosofías y métodos diferentes de ver el golf. Es muy común ver como los jugadores profesionales y los aficionados van y vuelve de un profesor a otro en busca de la pócima que les haga mejorar, evolucionar y sentirse cómodos. El caso es que a la hora de empezar a dar bolas, jugar al golf, o hacer algún cambio en nuestro swing de golf tenemos que ver otras dos opciones; esto es, lo sentimos o lo vivimos, los dos son válidos, esa es la cuestión…
- La escuela clásica de golf se puede basar en: tener una buena alineación; diferentes posiciones de la cara del palo; un buen grip (más en los dedos que en la palma de la mano); una buena postura (articulaciones abiertas, hablo de hombros, codos y muñecas) con intención de hacer un swing de golf con más movilidad, flexibilidad y suavidad a la hora de dar un golpe, sintiendo más el peso de la cabeza de palo y moviéndolo sin pensar a lo largo de todo el swing de golf. El caso es que este este modelo esta basado en la sensación, el toque y la sincronización de movimientos, no existiendo una variable igual para todos los jugadores; esto es, no suele haber un patrón estándar.
- La escuela moderna de golf o modelo centrado es un sistema de medición en 3D del swing de golf de una forma sencilla, simple y rápida, basada en tres fundamentos o pautas:
- Tenemos que tener más control sobre el punto mas bajo del arco del swing de golf.
- Hay que estar centrados sobre la bola en el top del backswing, no desplazados hacia la derecha, ya que así tenemos más control sobre el punto más bajo del arco del swing.
- Como tener más control sobre la curvatura de la bola.
La postura como vemos en la foto de la izquierda (escuela moderna de golf) parte de mantener la columna flexionada, inclinada hacia la bola. La alineación está basada en como están ubicados los dos centros de giro cabeza y pelvis en relación a la bola. La varilla también la alineamos con el antebrazo y hombro izquierdo. La puntas de los pies las dejamos abiertas para el trabajo de rodillas y espalda a lo largo de todo el swing de golf y así se comporta todo de una forma mas estable en relación a la bola y al objetivo.
Las dos escuelas son válidas siempre que lo que hagamos sea con un orden y un procedimiento establecido en función de aquella que nosotros escojamos.
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