La ejecución deportiva depende de varias variables: unas genéticas como ocurre con la complexión física; otras son un tipo de variables en las que el esfuerzo del deportista puede tener mayor incidencia: control mental, motivación, etc. Podemos decir que el aprendizaje y perfeccionamiento de una destreza motriz requiere un esfuerzo mental y físico. Tradicionalmente, se ha hecho mayor hincapié en el aspecto físico y técnico, pero conforme nos acercamos a un nivel de ejecución “excelente”, probablemente el control mental adquiera mayor relevancia. “La mayor parte de los atletas y entrenadores, afirman que al menos entre el 40 y el 90 por ciento del éxito en el mundo del deporte se debe a factores mentales…. Por ejemplo, tras ganar siete medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Montreal, Mark Spitz mencionó las siguientes palabras: A este nivel de ejecución física, la diferencia entre ganar y perder es, en un 99 por ciento, de índole psicológica” (Jean M. Williams, 1991).

En el golf, como veremos a continuación el control mental es fundamental y así lo expresó también Jack Nicklaus en “El golf a mi manera” donde considera que este deporte el 90% “es mental”.

¿Qué puede aportar la Psicología a este deporte?, o dicho de otro modo ¿Por qué la preparación a nivel psicológico es tan importante en el golf? Siguiendo el libro de Garcés de los Fayos «Psicologia Del Golf (Psicología del Deporte)«, entre otros, podemos contestar:

  • Es un deporte individual y como tal conlleva algunas peculiaridades (en oposición a los deportes colectivos), por ejemplo, según Márquez (1994, p. 13) ““los practicantes de deportes individuales presentan -manifestaciones fisiológicas- y -manifestaciones emocionales- en mayor cuantía que los practicantes de deportes colectivos”, también existe cierto consenso en lo relativo a un mayor empleo del “autohabla” en los deportes individuales.
  • Se puede competir hasta edades avanzadas: lo cual requiere una planificación de objetivos a medio-largo plazo, mejorar a nivel estratégico, técnico y psicológico para compensar la pérdida de potencia, etc.
  • Durante el recorrido se está más tiempo sin golpear la bola que golpeándola: este exceso de tiempo “ocioso” implica un mayor desgaste psicológico y pérdida de la concentración. Se requieren rutinas mentales para recuperar la concentración en el momento de golpear la pelota, técnicas de relajación para reestablecer el nivel de activación óptimo…
  • Etc.

A lo largo de este blog veremos más “peculiaridades psicológicas” de este deporte. Para finalizar citamos un párrafo del excelente libro «La Mente Del Golfista.» del Dr. Bob Rotella:

Como punto de partida, creo que el golf es un juego de confianza y habilidad. Nunca diré que un jugador que carece de habilidad física pueda transformarse de la noche a la mañana en un campeón cambiando su forma de pensar. Aunque confíe en un swing malo, seguirá dando golpes malos. (Sin embargo, dará menos de los que daría si no confiara en él). Tiene que alcanzar un nivel de habilidad física para jugar bien. Sin embargo, dicho eso, creo que es imposible sobrestimar la importancia de la mente en el golf.»